Debido a los numerosos casos de éxito aparecidos en relación a las claúsulas abusivas, muchos consumidores se han informado e interesado en profundidad por este tipo de claúsulas. En este artículo te contamos en qué consisten y cómo podemos reclamar nuestros derechos ante este tipo de abusos contractuales.
Concepto de claúsula abusiva
Si nos ceñimos al artículo 2 de la Directiva Europea de 5 de abril de 1993, este afirma que “se considerarán abusivas (…) todas aquellas cláusulas contractuales “que no se hayan negociado individualmente (…) si, pese a las exigencias de la buena fe, causan en detrimento del consumidor un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes que se derivan del contrato“.
Son cláusulas que se definen de forma legal como ‘condiciones generales de la contratación’. Se ejecutan de forma colectiva a todos los contratos realizados entre un determinado profesional (el banco) y todos sus consumidores, sin alguna negociación previa entre ambos, ni darse posibilidad alguna de que la parte prestataria, o sea el consumidor, no incluyese en el contrato las cláusulas con las que no estuviera de acuerdo.
Esta práctica está protegida por la Ley de Condiciones Generales de la Contratación (LCGC) y la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (TRLGDCU). De hecho, esto ha obligado a los jueces a realizar un control muy exhaustivo de todos los contratos que les llegan diariamente.
Procedimientos para reclamar por claúsulas abusivas
En primer lugar debemos acudir al servicio de atención al cliente de la entidad financiera, contándole minuciosamente los detalles de nuestro caso particular y mostrando claramente el contenido de la solicitud que les hacemos llegar.
Cada caso debe analizarse por norma de manera individual. Hay entidades financieras que optan por llegar a un acuerdo con el cliente, con el claro objetivo de llegar a una rápida resolución del conflicto que suponga un beneficio para ambas partes. Asimismo, muchos consumidores prefieren el acuerdo ofrecido, ya que evita una vía judicial que en ocasiones puede ser excesivamente complicada y costosa.
En caso de no conseguir una resolución favorable adoptando estas primeras medidas, existe la posibilidad de interponer una demanda ante los juzgados, buscando anular las cláusulas abusivas de la hipoteca. Además, se demanda una compensación económica por las cantidades indebidamente cobradas, así como por los intereses de demora, costas judiciales y más gastos extraordinarios del proceso.
Objetivo de la reclamacióny claúsula suelo
Nuestro objetivo es la supresión de la cláusula abusiva, quedando igual el resto del contrato, por lo que la relación del préstamo seguirá, pero las condiciones del mismo serán diferentes. Si se suprime la cláusula suelo, quedará vigente la cláusula de interés variable que tuviera el préstamo concreto, aplicándose éste en lo sucesivo. El banco debería devolver la diferencia entre dicho interés y el aplicado por la cláusula suelo desde el momento que se empezó a aplicar dicha cláusula.
Magnum Abogados, especialistas en claúsula suelo
Resumiendo, toda cláusula general abusiva abarca cualquier estipulación introducida sin ninguna información previa, que genere un desequilibrio notable de los derechos y obligaciones que se deriven del contrato en cuestión, y que haya sido suscrita entre un profesional y un consumidor.
En Magnum Abogados contamos con unos profesionales cualificados en Derecho bancario y con una extensa experiencia, que te ayudarán desde el primer momento con cualquier cuestión que te surja sobre las claúsulas abusivas en los préstamos hipotecarios.
Si piensa demandar al banco por la cláusula suelo de su préstamo hipotecario, ahora es el mejor momento. La reciente STJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) fija la retroactividad plena de la nulidad de la Cláusula Suelo.
